¿No me creen? Caguensé, pero lo cuento igual:
- A la mañana, yendo a la facu un auto pasó por un charco y me empapó.
- En la facu me enteré que desaprobé una materia que no era muy complicada.
- A la salida de la facu fui al lave rap y cuando llegué a casa me di cuenta que no estaba mi tanga carísima y divina de encaje negro.
- Me olvidé de ir al súper y no sabía que almorzar: me hice dos empanadas de tomate con queso (dónde mierda se vio esto?)
- Intenté dormir la siesta pero están construyendo un edificio al lado de mi casa: imposible dormir, imposible abrir la ventana porque sino los obreros te intimidan con su mirada de pito erecto, imposible vivir en paz con una construcción al lado!
- Bañándome me acordé que no tenía crema de enjuague: no había ido al súper.
- Cuando abrí la puerta del garage para ir a lo de mi novio se escapó mi perrito (lo corrí dos cuadras con el pelo mojado: estoy resfriada ahora)
- En lo de mi novio estaba deseosa de sexo que me tranquilice, que me mimen mucho, acabar hasta cansarme y que el día empiece a ser un poco mejor: imposible. Su hermanito estaba con dos amiguitos jugando a la escondida, molestando y gritando.
- Llegando a casa en el auto, tuve que esperar que dos hombres que hacían mudanza, levanten un sillón y crucen la calle. Cinco minutos después empecé a descargar mi ira en forma de bocinazos, mientras uno de los hombres me hacía seña de que espere y yo lo puteaba delineando bien las palabras con mis labios, así se enteraba lo que me pasaba por la cabeza, cómo quería matarlo y cuántos deditos amputarle. Se ve que me entendió porque me dijo:
-Qué pendeja MALCOGIDA
-Ni siquiera eso, flaco! Hoy ni siquiera eso.